Al anochecer, durante su estancia en Córdoba, si fijan su mirada al norte dirección a Sierra Morena, en sus primeras estribaciones verán una luz intensa. Esta corresponde a la iluminación del monumento al Sagrado Corazón de Jesús, obra de Lorenzo Coullaut Valera e inaugurado por el obispo Adolfo Pérez Muños el 24 de octubre de 1929, día del arcángel custodio de la ciudad de Córdoba, San Rafael.
Este monumento se encuentra, en lo que siempre se ha conocido, como el ¨Desierto de Nuestra Señora de Belén, o más conocido por ¨Las Ermitas¨. Si tenemos que indicar el origen de este modo de vida aislado del resto de la comunidad, soledad, silencio, austeridad, penitencia y oración, subsistiendo con tu propio trabajo. Debemos remontarnos al período de un famoso cordobés, el Obispo Osio
Ya en un período más contemporáneo tenemos como diferentes obispos de Córdoba entregan una serie de normas para que rijan en estas comunidades. Sería a comienzos del siglo XVIII cuando se reubican a los ermitaños repartidos por las faldas de Sierra Morena en el lugar que conocemos a día de hoy. Se construye las iglesias, las trece ermitas y la cerca. Hasta que en 1957 se extingue la orden, pasando a manos de los Carmelitas Descalzos, quien regenta a día de hoy las instalaciones.
Para disfrutar de este magnífico paisaje envuelto de paz y tranquilidad, les recomiendo realizar una ruta a pie (dejo enlace más abajo) desde el Parador de Córdoba, cruzamos la zona del Patriarca hasta la ¨Cuesta del Reventón¨ que nos lleva al Vía Crucis y este a Las Ermitas. (Recorrido ida y vuelta entorno a 18.4 kilómetros)
Clica aquí para ver a descripción y sendero de la ruta.
Horarios de visita
Lunes y martes: Cerrado
Miércoles jueves: 10:00-13:30
Viernes y sábado: 10:00-13:30 16:30 18:30
Domingo: 10:00-13:30 16:30-18:30
Muy popular es la celebración en este complejo de la Fiesta de las Habas, una romería donde se ofrece comida, como pueda ser el cuenco de cerámica con habas y otros ingredientes, que ponen en relieve la gestión realizada por los Carmelitas Descalzos y se convierte en un día de fraternidad entre todos los asistentes. No se pueden perder las maravillosas vistas desde el mirador, desde donde podrán ver la ciudad de Córdoba en todo su esplendor y la campiña baja y alta.
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