Si tiene programada su visita a Córdoba durante el verano, tendrá que tener en cuenta varios factores que harán que su visita sea más placentera y agradable.
Empezando por llevar ropa ligera y transpirable, calzado cómodo, gafas de sol, gorra o sombrero. Evitar la franja horaria de 12 a 18 horas para exponerse al sol y es fundamental una buena hidratación con agua, bebidas isotónicas o zumos.
A la hora de comer tendremos que tener en cuenta las diferentes opciones de la gastronomía cordobesa adecuadas a esta época del año. Empezando por un buen gazpacho, salmorejo o berenjenas con miel de caña, podemos seguir con un bacalao confitado, atún encebollado y para los más carnívoros un buen flamenquín, albóndigas mozárabes o filete de venado con Pedro Ximenez.
Sin olvidar como postre el pastel cordobés.
Ni decir tiene que después del almuerzo sería de obligado cumplimiento una siesta veraniega para reposar el almuerzo y descansar nuestras piernas. Si desean otras experiencias, les recomiendo una sesión en el Hamman, donde podrá disfrutar de un buen masaje y relajarse en sus diferentes piscinas.
A partir de las 20 horas las propuestas son diversas, Espectáculo Raíces en Alcázar de los Reyes Cristianos, Alma de Córdoba (Mezquita-Catedral), Yacimiento Arqueológico Medina Azahara, Espectáculo Ecuestre (Caballerizas Reales) y algún espectáculo flamenco, como el celebrado en la terraza del Centro de Visitantes (jueves, viernes y sábados a las 22.00 horas).
Si se ven con ganas de descubrir nuestro casco histórico por la noche, no deben perderse la Plaza del Potro, Plaza de la Corredera, Plaza de Capuchinos y el centro neurálgico de Córdoba, Plaza Tendillas. A lo largo de este recorrido podrá mitigar el calor con las diferentes tabernas y terrazas que encontrarán a su paso.
Es una buena época al poder aprovechar las ofertas hoteleras y la diversidad de espectáculos a su disposición
Nos vemos en Córdoba